Un lugar muy raro
Nada más bajar, había un estrecho pasillo que parecía como si del interior de una pirámide se tratara, pero luego al atravesarlo, casi frotándose con la pared, llegabas a una enorme sala oscura y fría. Aquello era todo muy raro y no sabía dónde se estaba metiendo, los planos eran muy confusos y no le aclaraban nada al respecto. Lo único que sabía con exactitud es que allí no había bajado nadie en muchos años. Se podía oler la humedad, el moho y el polvo acumulados allí.

Un Lugar Muy Raro