Las cosas no iban bien
Jennifer se quedó dormida en el diván, agotada por los excitación y por esperarle en guardia. La comida, fría referente la mesa, se había quedado allá toda la oscuridad. De urgente, la portezuela se abrió, eran las 8 de la mañana y Jake venía oliendo a antiséptico y a cigarro. Jennifer se despertó de un saltó y corrió a pedirle instrucciones, él puramente le dijo “déjame en paz” y subió a cohabitar. Jennifer no se lo podía opinar y comenzó a llorar.

Las cosas no iban bien